Cada Navidad, un afortunado es enviado a la nevera del sótano de la casa de mis suegros para recuperar el tiramisú, y perdónenme, pero creo que es el momento más feliz de las fiestas. La vajilla sale junto con las cucharas y servilletas de lujo, y un montón de hambrientos amantes de los postres esperan con impaciencia en la mesa del comedor nuestro plato final favorito. Puede que estemos hartos de cenar y que el tiramisú sea comprado en la tienda, pero con una taza de café espresso sabe a gloria en la tierra. Hágame caso… No hace mucho, evitaba cualquier cosa con sabor a café.
Sin embargo, nunca podré agradecer lo suficiente a mi familia de casados el haberme convencido para que me encantara este delicioso dulce. Suave, esponjoso y ligero como una pluma, con capas de nata montada, mascarpone y ladyfingers dulces, una sola cucharada nunca es suficiente. Ahora que he encontrado una receta con un sabor casi idéntico a mi favorito, ¡espero poder estrenar mi postre casero en una futura Navidad con mi familia!
Lo mejor de todo es que esta receta es muy fácil y sabe mejor después de un día entero en la nevera. Aunque resultó increíblemente sabroso, al principio no estaba segura de si este tiramisú saldría bien, así que utilicé los ingredientes más fáciles de encontrar posibles, incluyendo bizcochos de soletilla y mascarpone comprados en la tienda. Sin embargo, si está interesado en hacer este tiramisú casero por completo, eche un vistazo a estas recetas para mascarpone casero de Teenie Cakes y bizcochos caseros de Annie’s Eats, dos de mis blogueras gastronómicas favoritas.