Dale un toque dulce y salado a las pipas de calabaza que te sobren con un poco de caramelo salado. Es un tentempié irresistiblemente delicioso y saludable.
Hay tantas cosas que adorar del otoño… el aire fresco y fresco, acurrucarse dentro de un gran jersey calentito, el crujido de las hojas crujientes bajo las botas y, por supuesto… ¡hundir todo el antebrazo en una calabaza naranja gigante, agarrar sus tripas y convertirlas en un delicioso tentempié!
Tallar calabazas es una tradición otoñal muy divertida, ¡y tostar las pipas de calabaza con nuevos sabores es la mejor parte! Porque, ¿qué mejor manera de admirar tu obra maestra recién tallada que atiborrándote de su interior?
Para estas deliciosas semillas (que también le gustaron al cachorro), combiné mi amor por lo dulce y lo salado haciendo un caramelo salado mantecoso mezclado con canela, jengibre y nuez moscada. Si pudiera bañarme en esas especias…
Si te sobran semillas, ¡pruébalas! Tienen un sabor decadente y harán que tu casa huela de maravilla.