Las crujientes pieles de patata se unen a la pizza de pepperoni con queso. Un aperitivo perfecto para una fiesta, o una divertida comida y guarnición entre semana.
Las pieles de patata son un clásico favorito de los niños y una comida esencial para ver el fútbol. Sin embargo, estas deliciosas pieles son un giro divertido a la tradicional comida de patatas y queso… ¡e incluso mejor, en mi opinión!
¿Crujientes patatas russet saladas con salsa marinara dulce y mozzarella pegajosa? Pues sí. Añada pepperoni y una pizca de perejil fresco, albahaca o cebollino, y tendrá un aperitivo colorido y delicioso, una comida entre semana o una guarnición.
Dígame que no captarían su atención en una fiesta y serían lo primero que pondría en su plato.
Realidad: Los mini pepperoni pueden convertir al instante cualquier cosa en pizza. Su poder reside en lo monos que son.
¡Le encantará lo fáciles que son de preparar estas pieles de patata! Sólo tienes que hornear unas patatas untadas con aceite en un horno caliente durante una hora. También puedes hacer esto 1 día antes de servirlas. Déjalas enfriar una vez cocidas, luego pártelas por la mitad y saca la mayor parte del interior, dejando un poco de patata intacta. Resérvalas para el puré de patatas u otro plato de patatas favorito.
Vierte la salsa marinara con una cuchara, cubre con mozzarella (fresca o rallada) y salpica con el delicioso pepperoni. ¡Hornear durante unos minutos más, entonces sus pieles se hacen y listo para devorar!
Te encantará esta versión pegajosa y deliciosa de las tradicionales pieles de patata. Pruébalas en tu próxima reunión o cena entre semana.