
Crujientes por fuera y blandas por dentro, estas patatas son una guarnición fácil de preparar y muy sabrosa. Todo lo que esta receta necesita es un poco de aceite de oliva combinado con sal, pimienta, pimentón y un poco de ajo picado, y un poco de parmesano y cebollino para rematar. La mezcla de aceite de oliva cubre cada capa de la patata, lo que le infunde sabor y un aroma celestial que es sencillamente irresistible. Después de hornear estas bellezas durante unos 45 minutos, es hora de sacar la mantequilla, la nata agria, el parmesano y el cebollino… ¡o cualquier otra cosa que se te ocurra!
Gracias a esta receta de Marla de Cocina familiar fresca Ahora puedo añadir estas patatas asadas tan elegantes y sencillas a mis comidas entre semana, ¡y tú también puedes hacerlo! Puede que no se parezcan a ninguna patata que hayas comido nunca, pero tienen el mismo sabor sustancioso y el mismo aroma cálido y reconfortante que las clásicas… ¡sólo que con un poco más de estilo!