Una de las cosas que más me gusta de estas fechas es regalar. Dar abrazos sinceros a mi familia y amigos, hacerles un bonito cumplido y, lo mejor de todo, darles un regalo casero hecho en mi cocina. Además de los abrazos y los cumplidos, ¡es la forma en que mejor demuestro mi amor!
Estos panes de jengibre especiados y suaves con glaseado de queso crema irán a parar a unas cuantas personas especiales, y con sólo un puñado de ingredientes básicos y una hora, pueden formar parte de tu hogar, ¡o también del de un afortunado destinatario!
Me imagino que, acurrucado con una taza de té chai y un poco de mantequilla de canela y vainilla, una rebanada de este pan de jengibre sería el paraíso en la tierra. Para el desayuno, el postre, un simple tentempié o en cualquier momento intermedio… ¡no se necesita ninguna ocasión para disfrutar de este sabroso capricho navideño!
El picante del jengibre fresco y la calidez de la canela, el clavo y la nuez moscada hacen de estos panes de jengibre un irresistible capricho navideño, ¡y también un regalo muy dulce! Cubiertos con un delicioso glaseado de queso crema y espolvoreados con nueces picadas, estos panes son bonitos y agradables al paladar.
Añádela a la lista de recetas navideñas y haz que tu familia participe en esta receta fácil y deliciosa. Te divertirás tanto haciéndola como devorándola recién salida del horno, ¡o regalándosela a alguien especial!