¿Hay algo en el mundo más refrescante que masticar una jugosa y fresca rodaja de sandía?
Tengo grandes recuerdos en torno a las sandías. Cuando era niño y vivía en una granja, mis amigos y yo solíamos arrancarlas de los campos y aplastarlas en los escalones de mi casa, agarrando los fragmentos de color rosa afrutado y dejando que el zumo nos rodara por la barbilla. Disfrutar de una sandía fresca, en cualquiera de sus formas, era para mí la personificación de un verano perfecto. Y lo sigue siendo.
Así que, como no hay bebida que me guste más que un margarita, ¡por qué no combinar dos de mis cosas favoritas! Especialmente ahora que las temperaturas siguen subiendo en Texas, ¡me gustan tan heladas que un sorbo te hiela hasta los huesos! Estas margaritas heladas de sandía ofrecen precisamente eso, junto con un gran sabor, y sin duda pueden ayudarte a refrescarte en esas pegajosas y calurosas noches de verano.
Con un montón de guacamole fresco o una olla de chile picante Estos margaritas son muy suaves. Son muy fáciles de preparar, sólo se necesitan ingredientes básicos y una batidora. Y, por supuesto, ¡un poco más de desinhibición y amor por las margaritas frescas y heladas!