Hoy es el cumpleaños de mi marido. Todos los años pide un pastel amarillo… de caja… con glaseado de chocolate… de lata. Soy partidaria de hacer la mayoría de las cosas desde cero, especialmente los productos horneados, pero a veces no se puede superar la nostalgia de un gran y esponjoso pastel amarillo de caja. Sin embargo, por fin le he convencido de que el buttercream frosting es algo que siempre se debe hacer en casa.
Esta receta es una de las que después de probarla, no volverás a las cosas ya hechas. No lleva mucho más tiempo ni esfuerzo hacerla, pero el sabor supera con creces el de la leche comprada en la tienda. Es rico y achocolatado, suave y cremoso, y perfecto para pasteles o magdalenas, ¡y un gran vaso de leche! A mí me gusta utilizar una manga pastelera para poner el glaseado en las magdalenas, pero también se puede utilizar un cuchillo para untarlo.

Ingredientes
- 1/3 taza de leche
- 2/3 taza de cacao en polvo
- 1/2 taza de mantequilla (ablandada o a temperatura ambiente)
- 1 cucharadita de vainilla
- 3 tazas de azúcar en polvo
Instrucciones
- Batir la mantequilla y el cacao.
- Añadir alternativamente el azúcar en polvo y la leche, batiendo hasta obtener una consistencia para untar.
- Añada la vainilla.