Recordáis cuando hice estas Galletas de Vainilla hace unas semanas, y os dije que eran las mejores galletas que había probado nunca. Pues ya no. Si coges dos de esas galletas de vainilla y las envuelves en crema de mantequilla y les pones sprinkles… resulta que son las mejores galletas de la historia. Como, nunca, nunca. ¿Mencioné que son rosas? En serio, ¿podrían ser más lindas?
Estas galletas casi me hacen desear beber café porque son así de ricas. Mi marido llegó a casa de la tienda de comestibles ayer por la noche con mis galletas favoritas de Girl Scouts y yo ni siquiera podía comer porque yo ya había sobredosis de estos bebés.
Serían un bonito regalo de San Valentín para tu pareja, el profesor de tus hijos, el cartero… cualquier persona a la que quieras demostrar tu amor con azúcar. Tenía pensado enviarlas con mi marido a su parque de bomberos, como hago con la mayoría de mis productos horneados, pero puede que no duren hasta su próximo turno. Lo siento, chicos.

Ingredientes
- 1/2 cucharadita de sal
- 1 1/2 taza de harina
- 2 cucharaditas de vainilla
- 2 huevos
- 3/4 de taza de mantequilla
- 1 taza de azúcar
- Colorante alimentario rosa
- 1/2 cucharadita de levadura en polvo
- 1 paquete pequeño de pudin instantáneo de vainilla
Instrucciones
- Batir la mantequilla y el azúcar hasta que quede esponjoso; añadir suavemente los huevos. Incorporar la vainilla. Mezclar la harina, la sal, la levadura en polvo y el pudin de vainilla en un bol aparte. Añadir poco a poco los ingredientes secos a los húmedos. Mezclar el colorante hasta obtener el color deseado. Hornear a 350 grados durante 9-10 minutos.