Desayuno

Esponjosos gofres belgas

Los MEJORES gofres belgas, suaves y crujientes, hechos fácilmente en casa. Los antojos mañaneros se solucionan con esta rápida y deliciosa receta de gofres. Sírvelos para el almuerzo y el postre, ¡o congélalos para más tarde!

Las mañanas de los fines de semana se definen por un delicioso desayuno familiar en mi casa. Aunque todos tardamos en empezar, nos encanta hacer un proyecto creativo cocinando juntos, ¡y a mi hija de 4 años le encanta meter las manos en todo!

Hemos estado disfrutando del sabroso experimento de intentar encontrar el gofre belga perfecto. Y por fin, ¡lo hemos encontrado!

El objetivo: Ligeramente crujiente, espeso y esponjoso, con un centro suave y un delicioso aroma a vainilla. Y que se rompa fácilmente para compartir. Estos pequeños encajaban a la perfección. Los cogimos calientes de la gofrera y les pusimos un montón de bayas y mantequilla.


¿Quieres hornear un lote? Es muy sencillo.

Puedes utilizar una gofrera belga o una normal, aunque nosotros preferimos la belga, que es más gruesa.

Bate los ingredientes secos y los húmedos por separado. Bate las claras de huevo (éste es el secreto de unos gofres crujientes y suaves) e incorpóralas. Viértalos en la gofrera caliente y cocínelos según las instrucciones de la plancha, normalmente entre 5 y 10 minutos, dependiendo de la gofrera.

Mientras tanto, ¡prepare los ingredientes! A nosotros nos encanta un poco de azúcar glas, mantequilla, bayas y sirope de arce de Vermont. Estos esponjosos gofres también están perfectamente deliciosos sin aderezos, para los entusiastas de los gofres especialmente ansiosos (yo).

¿Un almuerzo familiar? Prepara una barra de aderezos para que cada uno prepare el suyo a su gusto. ¿Un desayuno acogedor para dos? Puedes congelar un montón para más tarde. Envuelve cada gofre en papel de plástico, mételos en un recipiente y congélalos hasta 6 meses.

Prepara estos deliciosos gofres y pasarás un feliz fin de semana.