¡Levántate y brilla! ¿A quién no le gustaría despertarse con una pila de estos suaves y esponjosos donuts glaseados de chocolate y una taza de café caliente? Son horneados y no fritos, ¡pero tienen un sabor extra indulgente!
Hay muchas cosas sobre las que tengo dudas a la hora de ser madre. Por ejemplo, ¿cómo soportaré la falta de sueño? ¿Cómo enseñaré a mi hija a ser una persona buena y amable? ¿Y si no quiero compartir lo que como en el desayuno, la comida y la cena? (Puedo ser algo posesiva con mi plato… ¡a menos que hablemos de tapas!). ¿Y cómo demonios voy a evitar que cometa los estúpidos errores que yo cometí?
Estoy bastante seguro de que la respuesta es no puedo.
Pero de lo que estoy muy segura es de cómo quiero pasar el Día de la Madre. Siguiente Es decir, el Día de la Madre. Me voy a perder éste, mi primero, ¡por cuestión de días!
Meterme en la cama con mi hija pequeña y mi marido (con suerte con café caliente y una pila de estos donuts) es como me imagino nuestro perfecto domingo de pereza. Una copia de Real Simple y un masaje en los pies tampoco estaría mal… por decir algo.
No pretendo saber cómo será mi vida dentro de un año, pero confío en que me guste tal y como es. Nunca me han gustado los grandes alborotos. Sólo dame algún tipo de recuerdo ñoño y sentimental al que aferrarme. Una tarjeta hecha en casa y un collar de macarrones me conquistarían cualquier día.
Si le añades una tanda de esponjosos donuts glaseados de chocolate, ¡habrás llegado directamente a mi corazón y a mi alma cubiertos de espolvoreado!
Estos suaves donuts glaseados de chocolate estilo panadería son facilísimos de hacer. Además, son tan deliciosos como coloridos, bañados en un bol lleno de virutas y apilados. Cada bocado es más irresistible que el anterior, ¡y lo mejor es mojarlos en una taza de café o té caliente!
Prepara una tanda para el brunch de primavera y el Día de la Madre, y tendrás a una mujer feliz en tu vida. Eso sí, no te olvides de ponerle un poco más de ñoñería: ¡a las mamás (y a esta futura mamá) les encanta!