¡Crujiente, ácida, fresca y deliciosa! Esta saludable y refrescante ensalada de pasta está llena de color y sabor mediterráneo. Te encantará lo fácil que es prepararla para fiestas, comidas de amigos y simples noches entre semana. Sin cocinar, sin complicaciones y ¡sólo deliciosa!
¡¿Cómo no he compartido esta ensalada de pasta hasta ahora?! Supongo que pensé que era una receta tan sencilla que no merecía la pena compartirla. Y también porque ha pasado por innumerables variaciones a lo largo de los años, y nunca pude precisar exactamente la cantidad de esto o aquello que usaba. Pero, al final, lo conseguí tal y como a mí (y a mis amigos y familia) nos gusta, y hoy está aquí, de mí para vosotros. Y es tan bueno.
Esta es una de mis guarniciones favoritas de todos los tiempos, super fácil para potlucks, fiestas e incluso comidas entre semana. Tiene la mezcla perfecta de salado, dulce, ácido y fragante… ¡por no hablar de esos colores! Rotini tricolor mezclado con pimientos, zanahorias, tomates, perejil y mozzarella que se derrite en la boca hacen de este un acompañamiento irresistible, o incluso como un almuerzo independiente… ¡como el que he estado comiendo la semana pasada! Se conserva bien durante unos 5 días y resulta aún más delicioso cuando los sabores se marinan en el frigorífico.
Esta receta rinde unas 8 raciones, pero puedes reducir a la mitad o al doble los ingredientes según tu gusto. También puedes cambiar las verduras por las que prefieras, como brócoli, calabacín, pepino, rábano, berenjena y calabaza. Añade cebollas, aceitunas o alcachofas para darle un toque más mediterráneo. Creo que los pimientos plataneros también quedarían especialmente bien en esta ensalada de pasta… ¡y le darían un colorido aún más llamativo! ¿No te gusta el salami? Añade pepperoni, bacon cocido, pollo, salchicha ahumada o cualquier proteína que tengas a mano. Recuerda que si vas a dar de comer a una multitud, ten en cuenta también sus gustos y preferencias.
Te encantará este plato de acompañamiento fácil de preparar para alimentar a amigos, familiares y niños quisquillosos. Es maravillosamente colorido, lleno de sabor y sólo mejora después de un día o dos. Cuando todos te pidan la receta, ¡ya sabes dónde enviarlos!