…Pero primero, una actualización al azar: Después de trece días de poseer nuestra primera casa, trabajando en ella desde el amanecer hasta la puesta del sol, gastando demasiados dólares y tiempo en Home Depot, y medicando numerosas lesiones menores, una cosa ha quedado clara como el cristal para mi marido y para mí: Tener una casa es un trabajo duro, pero estamos completamente enamorados de nuestro nuevo espacio. Desde que dimos la vuelta a la llave el 1 de junio, hemos pasado todo el día pintando, montando, limpiando y mejorando este lugar para convertirlo en un hogar. Aunque todavía queda mucho por hacer, las piezas van encajando poco a poco y estoy deseando enseñaros más. Muchas, muchas gracias por todos vuestros buenos deseos y amables palabras, ¡especialmente a los tejanos por darme la bienvenida a vuestro estado natal! Vuestro aliento me ha hecho sonreír cuando más lo necesitaba.
Y ahora, ¡al chocolate!
Cuando la cena se quema, las tareas domésticas parecen no acabar nunca y, en general, la vida no te va como quieres, siempre te queda el postre. Hazlo tú mismo o sal a comprarlo como puedas. Disfrutar de un simple y delicioso bocado de chocolate o pastel puede arreglar un mal día.
La vida ha sido de todo menos elegante últimamente, pero quería inyectar un poco de dulzura en nuestra rutina diaria con estas pecaminosas y deliciosas magdalenas. El suave bizcocho, relleno de dulce caramelo casero, estaba perfectamente húmedo. Removidos con la rica crema de mantequilla de chocolate con un toque de profundo y oscuro sabor a bourbon, estaban para morirse.
Estas pequeñas rondas de caramelo confitado tampoco le hacían daño al aspecto de los cupcakes. Las hice rociando un poco de caramelo en una bandeja para hornear forrada (con papel pergamino o silicona), espolvoreando un poco de sal gruesa por encima y dejando que se endurecieran. Después, los cogí con cuidado y los pegué en la magdalena. Elegante y muy sencillo. Créeme, si yo pude hacerlo, ¡tú también puedes!
Ya sea como regalo especial del Día del Padre para papá, o como un dulce pecaminosamente delicioso para ti, tu familia o tus amigos, ¡estas magdalenas darán en el clavo! El bizcocho es esponjoso y sabroso, y la crema de mantequilla de chocolate y bourbon no se parece a nada que hayas probado antes. Pruébalos y verás lo que te has estado perdiendo.