Esta versión más ligera de la crema de espinacas sabe igual de bien que el plato completo, ¡pero con la mitad de calorías! Perfecto para acompañar una deliciosa cena de bistec.
Cuando éramos unos universitarios nostálgicos con ansias de comida reconfortante que no saliera de una lata, mi entonces novio (ahora marido) y yo frecuentábamos el Boston Market. A menudo íbamos después de un paseo por la ciudad en el que hacía un frío glacial, entrábamos como perros mojados y nos atiborrábamos de pollo y pan de maíz. Mi plato estaba repleto de macarrones con queso y puré de patatas (un gran avance respecto a las Pop-Tarts), y el suyo estaba lleno de pollo crujiente y… espinacas a la crema. Qué asco. ¡Siempre pensé que estaba siendo TAN sano!
Poco sabía yo.
El caso es que él se daba el mismo capricho que yo… ¡pero con un poco de verde por si acaso! Bueno, nuestros estómagos de hierro de la universidad no son más, por lo que es a opciones más saludables y giros más ligeros en nuestros clásicos favoritos de confort. Este no podía faltar.
Una ración típica de crema de espinacas tiene más de 200 calorías y 12 gramos de grasa. ¿Pero ésta? Por una ración de 2/3 de taza, tendrás tu comida reconfortante y además la disfrutarás, con 123 calorías y la mitad de grasa.
Sé que la crema de espinacas siempre ha sido una de las favoritas de mi marido, así que estaba decidida a hacerla bien… y convencerme a mí misma de que también me encantara. Con esta receta fácil, elegante y absolutamente deliciosa, ¡lo conseguí!
Este plato no sólo es ligero y saludable, sino que también está repleto de nutrientes beneficiosos para la salud. Mientras lo saborea, recuerde que esta deliciosa guarnición es rica en calcio, hierro y fibra dietética… ¡y vitaminas A, B y C!
Al reducir a la mitad la mantequilla y sustituir la nata espesa por leche desnatada, no se pierde nada de sabor en esta cremosa y sabrosa guarnición. Una cucharada de queso crema bajo en grasa hace que este plato se derrita en la boca. Y, lo siento, pero ¿hay algún aroma en el mundo más reconfortante que el de las cebollas y la mantequilla chisporroteando en el fogón? Esa debería ser razón suficiente para cocinar esto.
Para una cena elegante durante las fiestas, San Valentín o cualquier día, esta deliciosa crema de espinacas es la elección perfecta. Fácil, sofisticada y ¡tan deliciosa!