No hay nada como un huevo duro caliente. La yema aterciopelada es lo que más me gusta, especialmente espolvoreada con sal kosher y mucha pimienta negra recién molida. ¿Lo que no me gusta? Que la yema esté ligeramente verde, no es nada apetecible.
Pero estoy segura de que la mayoría de vosotros sabéis cómo evitar cocer o hervir demasiado los huevos, ¡lo cual es genial! Pero para aquellos que no tienen ni idea de que la yema debe ser amarilla y no verde oliva… bueno, ¡este post es para vosotros!
Esta es una forma fácil e infalible de hacer huevos duros perfectos… ¡siempre!
Empieza con huevos frescos. Ya sabes lo que pienso de los huevos frescos de granja, así que no voy a insistir en que recomiendo encarecidamente usar huevos de granja porque con los comprados en la tienda nunca sabes cuánto tiempo han estado en el almacén antes de llegar a la estantería de la tienda, por no hablar de su valor nutricional… y sé lo molesto que puede ser, así que te ahorraré mi discurso 😉.
En realidad, puedes utilizar cualquier huevo, sólo tienes que seguir estos sencillos pasos.
Dependiendo del tamaño de la olla que utilices, coloca la cantidad de huevos que quieras en una sola capa en el fondo… Lo importante es asegurarse de que los huevos están en una sola capa, NO apilar los huevos unos encima de otros. El apilamiento puede hacer que se rompan… ¡oye, soy poeta!
Llene la olla con agua fría justo hasta que lleguen a uno o dos centímetros por encima de la parte superior de los huevos, pero dejando un buen espacio desde la parte superior de la olla.
Tapar y llevar el agua a ebullición.
Comprueba que el agua está hirviendo y apaga el fuego.
Ponga el cronómetro en doce minutos, y en doce minutos exactos tendrá las yemas amarillas más bonitas.
Mientras tanto, llena un bol con hielo y agua fría.
Cuando suene el temporizador: utiliza unas pinzas para sacar cada huevo.
…y, a continuación, introduce los huevos en el agua helada. Esto detiene el proceso de cocción y facilita la manipulación de los huevos al pelarlos.
Séquelos dando golpecitos en los extremos y alrededor del huevo.
Retirar y desechar las cáscaras… (obviamente, ¿no?)
Los huevos sin pelar se pueden colocar en algún tipo de recipiente y refrigerar para un día posterior… pero yo estaba comiendo un par de estos para el almuerzo, así que ¿por qué terminar ahora lo que empecé y mostrarles cómo se ve un huevo duro no demasiado cocido?
A mí me gustan cortados por la mitad y sazonados con pimienta negra recién molida y sal kosher antes de rellenarlos.
La prueba está en la yema.
¡Que aproveche! Y si pruebas esta receta de huevos duros, ¡házmelo saber! Haz una foto y etiquétame en Twitter o Instagram.

Ingredientes
- 12 huevos (más o menos dependiendo)
Instrucciones
- Coloque los huevos en una sola capa en una olla grande {o dos, según el caso} y cúbralos con agua fría. Debe haber uno o dos centímetros de agua por encima de la capa de huevos.
- Tapar y llevar a ebullición. Una vez en ebullición, bajar el fuego y programar 12 minutos.
- Una vez transcurrido el tiempo, retira la tapa y utiliza unas pinzas para sacar y transferir los huevos al bol grande de agua helada. Deja reposar los huevos en el baño de hielo durante 5-8 minutos o hasta que se enfríen lo suficiente para poder manipularlos.