Este fácil, sabroso e increíblemente festivo bundt cake rojo, blanco y azul es el postre perfecto para las fiestas y celebraciones patrióticas.
Sé que el 4 de julio es mañana y que ésta es una receta de última hora, pero este año he estado deseando compartir esta tarta con vosotros y, al mismo tiempo, temiendo hacerlo.
He querido compartirla con vosotros porque, bueno, es completa y absolutamente deliciosa en todos los sentidos, fácil de hacer y tiene un toque festivo a raudales. Y he estado temiendo porque si estoy compartiendo este pastel que significa julio está aquí y ha sido un año desde el accidente de mi sobrino.
Puede que me hayas seguido o no en las redes sociales cuando compartí unas breves reflexiones sobre el repentino fallecimiento de mi sobrino en un accidente de coche el 3 de julio del año pasado. Tenía diecisiete años.
Puede que tengas una relación estrecha con tus sobrinos, o puede que no. Pero si alguien cercano a ti ha desaparecido en un instante, es posible que sepas que cada emoción conocida por el hombre – y un montón de otras nuevas que nunca has experimentado antes – vienen con un evento como este. Yo no estaba preparada para todas y cada una de ellas. Y no estoy preparada para el primer aniversario de todo esto.
Un año después, ni siquiera sé qué hacer conmigo misma. Me siento incómoda haciendo cosas «normales», como planear barbacoas y comprar panecillos para hamburguesas, poner la bandera y vestirme de rojo, blanco y azul. Y comer tarta. Pero, sinceramente, hoy nada me parece bien.
Así que supongo que será tarta.
Pastel rojo, blanco y azul con muchas virutas y un remolino en el centro. Porque creo que eso es lo que haces en una situación como esta. Sigues adelante. Sigues comiendo pastel.
Así que comparto esta tarta, increíblemente de última hora, y espero que me perdonéis por haberla dejado para más tarde. Vale la pena la espera, te lo prometo.
Y no me juzgues, pero empieza con una mezcla para tartas. No es hacer trampas, es tomar un atajo, ¿verdad? Y mi ingrediente secreto, además del glaseado casero de mantequilla marrón y queso crema, convierte una simple mezcla de bizcocho blanco en la delicia más sabrosa del 4 de julio que jamás haya adornado tu mesa de patio cubierta de manteles de estrellas.
Spoiler alert: el ingrediente secreto es el extracto de almendra. NO TE LO PIERDAS.

Ingredientes
- 2 cucharaditas de extracto de almendra
- 4-6 cucharadas de leche
- 1 ¼ tazas de agua
- colorante alimentario rojo y azul
- 3 huevos
- ½ cucharadita de extracto de vainilla
- 2 onzas de queso crema
- ¼ cucharadita de extracto de almendra
- 1 caja de mezcla para bizcocho blanco
- 3 tazas de azúcar en polvo
- 3 cucharadas de mantequilla
- ⅓ taza de aceite vegetal
Instrucciones
- Precalentar el horno a 325 grados y engrasar generosamente un molde de 12 tazas.
- En un bol grande, mezclar el preparado para tartas, el agua, el aceite, los huevos, el extracto de almendra y el extracto de vainilla hasta que se mezclen y no queden restos de harina.
- Vierta 1 taza de la masa en un bol pequeño y añada colorante rojo hasta obtener el color deseado (yo utilizo mucho porque me gusta el color más oscuro). Vierta una segunda taza de la masa en otro bol y añada colorante alimentario azul hasta obtener el color deseado (de nuevo, yo utilizo mucho).
- Primero, vierta la masa roja en el fondo del molde. A continuación, vierta lentamente la masa blanca sobre la roja. Por último, vierta la masa azul sobre la blanca para formar un anillo de masa azul en el centro de la capa blanca.
- Hornear durante 35-40 minutos o hasta que al insertar un palillo en el centro de la tarta, éste salga limpio (unas migas están bien pero no la masa húmeda). Dejar enfriar sobre una rejilla hasta que esté completamente frío, unos 30 minutos. Dar la vuelta al molde y retirar con cuidado el pastel sobre una rejilla para enfriar o una bandeja para servir.