¿Qué tal el fin de semana? Espero que bien. El mío ha sido divertido pero un poco solitario, ya que mi marido ha estado de viaje de negocios en Texas. Sin embargo, he aprovechado los últimos días para darme un montón de caprichos que me han hecho sentir bien… El sábado di un paseo por el mercado de Santa Mónica, luego me di un baño de burbujas y me puse Moulin Rouge (suspiro), uno de mis favoritos de la adolescencia. El domingo horneé unos bollos de canela, devoré cien páginas más de La ayuda y estiré mis tensiones en yoga.
Fueron unos bonitos días de tranquilidad. Excepto que, por muchas cosas que tuviera para mantenerme ocupada, seguía pasando algún tiempo echando de menos a mi amorcito.
Algunas personas han dicho que comer budín de pan es como recibir un buen y cálido abrazo. Así que, como tenía ganas de probar el budín de pan y, francamente, me hubiera venido bien un abrazo, sabía que era el postre perfecto para acurrucarme con él.
Después de tostar una hogaza de pan francés cortada y remojarla en una mezcla de huevo, leche, azúcar moreno, bourbon, vainilla y pasas, estaba lista para hornear. Rociada con un poco de salsa de caramelo, me zampé una ración mientras leía al aire libre y disfrutaba de cada bocado caliente y sabroso.
El bourbon de este budín de pan es muy sutil y se complementa muy bien con la dulzura del azúcar moreno y mi extracto de vainilla casero. Las jugosas pasas añadieron un ligero toque ácido, y el caramelo… ¿Realmente necesito explicar la pura felicidad que es la salsa de caramelo? Creo que ya lo sabes.
Aunque este delicioso postre (o desayuno) no puede ayudar a un corazón necesitado de su marido, ciertamente me dio la sensación temporal de ser «abrazada». Estoy deseando disfrutar de esto con él cuando vuelva, ¡y sé que tú también lo disfrutarías mucho!